Limpieza de Filtros y Objetivos

Antes de iniciar con esta delicada labor se debe procurar escoger un lugar fuera de polvo, para que el trabajo de limpieza resulte exitoso, a su vez es de suma importancia que se cuente con una buena iluminación para no perder detalle alguno.

Equipo:

>> Alcohol Isopropílico
>> Perilla de Aire
>> Gamuza de Microfibra (Tela para limpiar los lentes)
>> Pincel
>> Guantes ( de Latex)

Procedimiento: 

1.- Soplado 

Lo primero que haremos es eliminar partículas que pudieran estar depositadas sobre el filtro o sobre el objetivo y que pudieran rayar cualquiera de los elementos si frotamos sobre ellos.
Para eliminar estas partículas del filtro, sujetaremos el filtro con una mano y la pera de aire con la otra, soplando con la pera inclinada 45 grados, de un lado a otro, desde el centro hacia los lados.
Daremos la vuelta al filtro para limpiarlo por el otro lado repitiendo la misma operación y, si no estamos satisfechos con el resultado, podemos repetir el proceso de nuevo por ambos lados.
En el caso del objetivo el proceso es el mismo, y es importante limpiar también la tapa del objetivo para que las posibles partículas que contenga no se depositen de nuevo sobre la lente al poner la tapa.
Debes tener cuidado cuando acerques la pera de aire y mantenla a suficiente distancia para no tocar con la punta el objetivo o el filtro.

2.- Limpieza con el pincel

Una vez hayas soplado a conciencia con la pera de aire, ha llegado el momento de limpiar con el cepillo. En suaves pasadas, sin presionar, ve repasando la superficie en movimientos circulares, del centro a los extremos. A continuación repasa los bordes limpiando hacia fuera, para sacudir las partículas que hubieran podido quedar en el borde.
Repise el proceso por los dos lados del filtro y en el objetivo, repasando también la tapa.

3.- Limpieza con el Líquido

 Una vez hayas realizado una ispección ocular y comprobado que no hay partículas visibles que puedan rayar el filtro o el objetivo, ha llegado la hora de limpiar con el líquido.
Para ello vamos a mojar un poco una de las gamuzas con el isopropílico. De este modo controlaremos la cantidad de líquido que utilizamos.
Con la gamuza mojada, ve limpiando la superficie con movimientos circulares, de dentro hacia fuera. Repasa bien los bordes, que es donde se suele acumular el polvo, y realiza tantas pasadas como necesites, hasta que veas que tanto el filtro como el objetivo están limpios.
Una vez lo hayas repasado bien, coge la segunda gamuza y seca bien el filtro por los dos lados. Lo mismo cuando limpies el objetivo.
Ya solo queda mirar bien el filtro y el objetivo para comprobar que ha quedado perfectamente limpio.


Virginia E. Pérez Romero

Mi vida es un desma y bloggearla es mi hobby, mi profesión me une a la tecnología... y tú, formas parte de mi experimento en el mundo del Social Media.

No hay comentarios:

Publicar un comentario