Justamente hace un par de días se volvió a activar esa sensación de ansiedad mezclada de felicidad e impaciencia que no me invadía desde el inicio de año, cuando fui al Coliseo Yucatán a ver a Laura Pausini, y es que me entere que unas de mis artistas favoritas llegaran a la ciudad, y es justamente cuando recordé esa pregunta que lleva por título este post.
¿Por qué pago tanto por un concierto?...
En meses atrás me cuestionaron al respecto, y es que su fundamento es, que con la tecnología de ahora le es más económico comprarse el disco del concierto y verlo cuantas veces quiera; y pues es muy válido, si así lo prefiere.
Pero yo pago no tanto por ir a escuchar, porque para eso me iría mejor a comprar el disco como aquel que me cuestiono, o simplemente me compraría los boletos mas baratos, si no que, lo que pago es por ver al artista, así solo venga a sentarse en el escenario a interpretar sus canciones o me traiga un gran espectáculo, esa sensación previa, durante y después del concierto, es algo que no cambiaría ni por todos los discos del mundo, y es que la adrenalina de estar revisando a diario las webs tanto del artista, que es cuando se vuelve un hecho, como de la empresa que vende las entradas, las carreras por conseguir los mejores lugares, es una experiencia única.
Pago por la comodidad del acceso y por saciar mi lado visual, por ser partícipe de un momento único e irrepetible, porque así, el artista se presente cada día en un lugar diferente, que lleve récords de presentaciones, un concierto jamás será igual a otro.
Pago por la satisfacción y el cúmulo de emociones que se genera escuchar en vivo tus canciones favoritas, por sentir ese sentimiento que te transmite la persona al cantar.
¿Y tú..... Por qué pagas o no para un concierto?
Mi próxima cita...
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